El CEJC dio inicio el pasado día 3 de noviembre a su curso académico 2016/2017, que llevará por título “Los desafíos del diálogo judeo-cristiano en el siglo XXI”, en un acto que estuvo presidido por el Excmo y Rvdmo. Sr. D. Braulio Rodríguez, Arzobispo de Toledo y Primado de España, y por el Sr. D. Isaac Querub Caro, Presidente de la Federación de Comunidades Judías de España. La universidad San Pablo-CEU acogió en su aula magna a más de 100 personas, en un acto que contó con la colaboración de la Fundación Cultural Angel Herrera y de la Asociación Católica de Propagandistas.
El acto estuvo precedido de unas amables palabras de bienvenida del Sr. D. Carlos Romero Caramelo, Presidente de la Fundación Angel Herrera y de la ACdP, que resaltó la importancia del diálogo judeo-cristiano, y de una breve exposición de Dª Mayte Rodríguez, Directora Ejecutiva del CEJC, que presentó el nuevo curso, así como las próximas actividades del CEJC. Hizo especial mención a “que Iglesia ha señalado ya en múltiples ocasiones que la relación entre el cristianismo y el judaísmo no puede compararse a la relación de la Iglesia con el resto de religiones. Eso provoca que la dedicación que hayamos de darle no se vincule a si hay una comunidad judía más o menos numerosa en nuestra ciudad o país. No es una cuestión cuantitativa, sino cualitativa, puesto que las relaciones judeo-cristianas y la asunción fundamental de las raíces judías de nuestra fe afectan a nuestra forma misma de concebirnos como cristianos.”
Antes de la ponencia tomó la palabra D. Isaac Querub para destacar que “la primera meta del diálogo es profundizar en el conocimiento recíproco entre judíos y cristianos, que ha de darse en un clima de confianza, donde se esté dispuesto a conceder al otro la verdad y justicia que pueda corresponderle, enriqueciéndose ambos por el mutuo respeto y el conocimiento del otro en su alteridad. El compromiso de la FCJE con el diálogo es firme porque procede de la creencia de que judíos y cristianos compartimos unos mismos valores de libertad, igualdad, dignidad y trascendencia, y tenemos como misión conjunta hacerlos prevalecer en nuestro mundo.”
El punto central del acto fue la lección magistral de Mons. Pier Francesco Fumagalli “¿Cómo enseñar la afirmación de la Iglesia: Judíos y Cristianos forman en sus diferencias el Pueblo de D-ios?” Hizo una disertación teológica y filosófica acerca de las relaciones judeo-cristianas afirmando que “la iglesia debería de mirar con amor y respeto no solo el patrimonio espiritual del Israel bíblico, sino también lo que ha florecido durante los siglos posteriores hasta hoy”. Adujo que esto ha venido desarrollándose por la Iglesia contemporánea aunque en el pasado “se ha venido defendiendo lo contrario: la negación de las raíces comunes judías por parte de las posteriores corrientes cristianas de pensamiento.” No obstante, concluyó que la dependencia espiritual que caracteriza la relación entre judíos y cristianos queda patente ya en los Evangelios, y que “la convicción de que nuestras fes respectivas tienen un valor independiente, valor que al mismo tiempo representa un enriquecimiento recíproco”, en clara alusión al pensamiento de Martin Buber, ya que “la herencia aún no ha terminado”.
Concluyó el acto Mons. D. Braulio resaltando la profundidad de la ponencia, y los motivos de meditación que proponía, y finalmente dio por inaugurado el nuevo curso del Centro de Estudios Judeo-Cristianos.
Entre los asistentes al acto de clausura figuraban: D. Avelino Revilla, Vicario General de la Archidiócesis de Madrid; D. Manuel Barrios, Director de Relaciones Interconfesionales de la Conferencia Episcopal Española; Mons. D. Isaias Barroso, Director del CEJC y la Junta del CEJC; D. Miguel de Lucas, Director del Centro Sefarad-Israel; D. Eva Böhrer de Benatar, Presidenta del Consejo Español de Mujeres Israelitas; Dª Hamutal Roguel, Portavoz de la Embajada de Israel; Don Ricardo Moraleja, Representante de la Iglesia Evangélica Española, y Dª Paula Puceiro, Directora de Comunicación de la Universidad Francisco de Vitoria.
